Agua turbia en la piscina: causas y soluciones

Si alguna vez te has encontrado con que el agua de tu piscina está turbia, sabes lo frustrante que puede ser. No solo arruina la experiencia de uso, también puede ser un indicador de problemas más serios. Pero no te preocupes, porque aquí te explicamos por qué sucede esto y, lo más importante, cómo solucionarlo para que vuelvas a disfrutar de un agua cristalina.

¿Por qué el agua de tu piscina se pone turbia?

El agua turbia no aparece de la nada. Hay varias razones comunes que pueden provocar este problema:

Desequilibrio químico

Si los niveles de cloro, pH o alcalinidad están fuera de rango, el agua pierde claridad y se vuelve opaca.

Ejemplo: Un nivel de pH demasiado alto (por encima de 7.8) puede hacer que el cloro sea menos efectivo, permitiendo la proliferación de microorganismos.

Filtración deficiente

Un sistema de filtración que no funcione bien puede acumular suciedad en el agua.

Ejemplo: Si no limpias el filtro regularmente, este se satura y deja de capturar las partículas pequeñas que causan turbiedad.

Partículas suspendidas

El polvo, polen, aceites corporales y otros residuos pueden acumularse en el agua si no hay una buena circulación.

Ejemplo: Después de una tormenta, es común que el agua se vuelva turbia debido a los sedimentos arrastrados por el viento.

Uso excesivo

Un alto volumen de bañistas puede sobrecargar la capacidad de la piscina para mantenerse limpia.

Ejemplo: En verano, si la piscina recibe a muchos usuarios, es probable que los niveles de desinfectante se reduzcan rápidamente.

Soluciones para el agua turbia

Por suerte, devolver la claridad al agua de tu piscina no es complicado si sigues estos pasos:

1. Analiza el agua

Lo primero que debes hacer es comprobar los niveles de:

• Cloro: Debe estar entre 1 y 3 ppm.
• pH: Mantén el nivel entre 7.2 y 7.6.
• Alcalinidad: Idealmente, entre 80 y 120 ppm.

Consejo práctico: Usa un kit de prueba para analizar el agua. Son fáciles de usar y te dan resultados precisos.

Ajusta los niveles químicos

• Si el pH está alto, utiliza un reductor de pH.
• Si el cloro está bajo, aplica un tratamiento de choque con cloro rápido.
• Ajusta la alcalinidad usando un incrementador o reductor según sea necesario.

Ejemplo: Una comunidad aplicó un tratamiento de choque tras detectar niveles de cloro casi inexistentes. En menos de 24 horas, el agua volvió a estar cristalina.

Limpia el sistema de filtración

Revisa el filtro y limpia o reemplaza los cartuchos si es necesario. Un filtro limpio es clave para mantener el agua en condiciones.

Consejo práctico: Haz un retrolavado del filtro al menos una vez a la semana durante los meses de uso intensivo.

Utiliza un floculante o clarificador

Estos productos ayudan a agrupar las partículas pequeñas que causan la turbiedad para que el filtro pueda capturarlas más fácilmente.

Mejora la circulación del agua

Asegúrate de que la bomba y los skimmers estén funcionando correctamente. Si notas áreas de agua estancada, ajusta las boquillas para mejorar el flujo.

Tip adicional: Si tu piscina es grande, considera instalar un segundo skimmer o boquillas adicionales.

Refuerza el mantenimiento diario

• Recoge hojas y residuos con una red.
• Cepilla las paredes y el fondo regularmente.
• Aspira los sedimentos acumulados.

Prevención: la clave para evitar el agua turbia

La mejor manera de lidiar con el agua turbia es evitar que ocurra en primer lugar. Aquí tienes algunos consejos:

• Mantén los niveles químicos estables: Revisa el agua al menos dos veces por semana.
• Limpia el filtro regularmente: No esperes a que se sature.
• Controla el uso de la piscina: Evita el sobreuso sin un tratamiento adecuado después.
• Cubre la piscina cuando no se use: Esto evitará que entren residuos y sedimentos.

 

El agua turbia puede ser un dolor de cabeza, pero con las soluciones adecuadas, es un problema fácil de resolver. Analiza, ajusta y refuerza el mantenimiento de tu piscina para disfrutar de un agua cristalina todo el año.

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