Mantener una piscina en buen estado requiere tiempo y esfuerzo, pero nada se compara con la satisfacción de tener un espacio limpio y cristalino para disfrutar en los días de calor. Sin embargo, toda piscina, con el paso del tiempo y el uso constante, puede enfrentar ciertos problemas que necesitan reparación. En este artículo, te compartimos las reparaciones más comunes de una piscina y cómo solucionarlas.
Síntomas: Notas que el nivel del agua baja más rápido de lo normal, incluso sin evaporación notable. Esto podría indicar una fuga en la estructura o en las conexiones de la piscina.
Causas: Las fugas pueden deberse a grietas en el revestimiento, conexiones sueltas en las tuberías, o fallas en los sellos de los accesorios como boquillas y skimmers.
Solución: Primero, realiza una prueba de fuga. Puedes usar el «método del cubo»: llena un cubo de agua y colócalo sobre uno de los escalones de la piscina. Marca los niveles del agua tanto en el cubo como en la piscina y verifica después de 24 horas si la pérdida es mayor en la piscina. Si es así, hay una fuga. Un profesional puede ayudarte a detectar el origen y realizar las reparaciones necesarias, ya sea sellando las grietas o sustituyendo partes dañadas.
Síntomas: La bomba deja de funcionar, emite ruidos extraños o no genera suficiente presión para hacer circular el agua.
Causas: Las razones comunes para una bomba averiada incluyen obstrucciones en la cesta del filtro, desgaste de los rodamientos, o problemas eléctricos en el motor.
Solución: Primero, verifica si hay obstrucciones. Limpia la cesta del prefiltro y revisa que no haya bloqueos en las tuberías. Si la bomba sigue sin funcionar, es posible que sea necesario cambiar alguna pieza del motor o incluso sustituir la bomba entera. En estos casos, es recomendable contactar con un técnico especializado para evitar daños mayores.
Síntomas: Ves áreas de desgaste, descoloridas, o burbujas que se forman debajo del revestimiento.
Causas: Los revestimientos de vinilo pueden desgastarse con el tiempo debido a la exposición constante al cloro y a los rayos UV. Las burbujas suelen formarse debido a problemas con la instalación inicial o filtraciones de agua entre el revestimiento y la estructura.
Solución: Para parches pequeños, existen kits de reparación que permiten parchar el revestimiento sin vaciar la piscina. Si el desgaste es generalizado, lo más adecuado es reemplazar el revestimiento completo. En el caso de piscinas de hormigón o gresite, las grietas se deben rellenar con cemento especial para evitar daños mayores.
Síntomas: El agua de la piscina no se mantiene limpia, o notas una disminución en la presión del filtro.
Causas: Los filtros de arena, cartucho o diatomeas pueden obstruirse debido a la acumulación de suciedad, aceites y residuos. Esto afecta la circulación del agua y disminuye su efectividad.
Solución: Los filtros de arena necesitan ser retro-lavados periódicamente para remover la suciedad. Los filtros de cartucho deben limpiarse con agua a presión y, si están demasiado deteriorados, ser reemplazados. Si el filtro de diatomeas no funciona bien, una limpieza profunda o la reposición de la tierra de diatomeas podría ser necesaria.
Síntomas: Notas una disminución en el flujo de agua, ruidos inusuales en las tuberías, o presión fluctuante en el manómetro.
Causas: Puede haber bloqueos en las tuberías, como hojas o residuos atrapados, o tal vez fugas en las conexiones.
Solución: Revisa las conexiones visibles en busca de fugas. Si detectas una, es posible que debas usar sellador o cambiar la pieza afectada. Los bloqueos a menudo pueden solucionarse con la ayuda de un desatascador de aire comprimido. En casos más complicados, puede ser necesario realizar una inspección con una cámara para identificar el problema.
Síntomas: El agua no alcanza la temperatura deseada o el calentador no se enciende.
Causas: Los problemas con el calentador pueden estar relacionados con fallos eléctricos, acumulación de sedimentos, o una bomba de calor defectuosa.
Solución: Revisa los ajustes del calentador para asegurarte de que todo esté configurado correctamente. Limpia los intercambiadores de calor si están sucios o llenos de depósitos minerales. Si el problema persiste, consulta a un profesional en sistemas de calefacción para piscinas.
Síntomas: Las luces no funcionan, parpadean o presentan filtraciones de agua.
Causas: Las luces subacuáticas pueden presentar problemas debido a focos quemados, sellos desgastados o conexiones eléctricas dañadas.
Solución: Primero, asegúrate de que la energía eléctrica esté apagada antes de intentar cualquier reparación. Los focos dañados pueden reemplazarse fácilmente, mientras que los sellos deben verificarse para asegurarse de que no haya fugas. En caso de problemas con la instalación eléctrica, siempre es mejor contactar con un electricista certificado.
Mantener una piscina no tiene que ser una tarea estresante si se lleva a cabo un buen mantenimiento preventivo. Si necesitas ayuda, solicitanos información.